«Ejemplo del Lago»

Imaginemos la Fuente de Sabiduría como un Gran Lago de agua pura y cristalina situado en lo alto de una montaña.
El agua de ese Gran Lago se desborda periódicamente y desciende por puntos distintos para inundar el valle, pero los seres humanos que viven en las adyacencias de los lugares por los cuales el agua desciende, suponen que ellos son los únicos que tienen derecho a utilizarla y a beneficiarse con ella, e inmediatamente abren surcos y construyen diques para retenerla y administrarla, primero de acuerdo con su criterio y luego de acuerdo con sus propias conveniencias. Como el agua descendió varias veces y por lugares distintos, son varios los grupos administradores de esa agua, que no es sino Una, pero que, en cada punto donde fue recibida y retenida, ha adquirido el color y el sabor que el medio le ha conferido; y por lo tanto cada grupo cree que únicamente la suya es el agua Verdadera del Gran Lago de la Montaña, desdeñando las recibidas en los otros puntos y que retienen los otros grupos, porque su color y su sabor, que es todo apariencia, no coinciden con el color y el sabor de la suya, y sin detenerse a analizarla para comprobar que la Esencia es sólo Una y las diferencias nada más que apariencia, se oponen tenazmente al reconocimiento de la Verdad. Algo similar ocurre con las Religiones; podríamos decir, recurriendo al ejemplo, que cada Religión tiene un “color” y un “sabor” distintos, pero todas las religiones Verdaderas tienen, en su Esencia, la pureza Cristalina de Su Fuente de Origen. El Conocimiento Espiritual que ahora corresponde que reciba la Humanidad, como “filtro mágico”, quitará todas las impurezas y en todas las Religiones hará Brillar la Verdad en su auténtica y Pura Esencia.